🐥 Coccidiosis en Aves: Especies de Eimeria, Signos, Lesiones y Manejo en Pollos y Ponedoras
La coccidiosis aviar es una de las enfermedades parasitarias más importantes en la avicultura mundial. Es causada por protozoos del género Eimeria, los cuales invaden y dañan diferentes segmentos del tracto gastrointestinal dependiendo de la especie. Afecta principalmente a pollos de engorde, pollitas de reemplazo y aves ponedoras, generando pérdidas económicas por disminución en la ganancia de peso, conversión alimenticia deficiente, baja postura y mortalidad.
Especies de Eimeria y su localización en el intestino
Cada especie de Eimeria tiene afinidad por un segmento específico del intestino y produce lesiones características. Esto ayuda al diagnóstico basado en necropsia.
1. Eimeria acervulina
Localización: Duodeno
Lesiones: Estrías blancas transversales en la mucosa (lesión clásica).
Impacto: Afecta absorción temprana de nutrientes → baja ganancia de peso.
Común en: Pollos de engorde.

2. Eimeria brunetti
Localización: Yeyuno e íleon
Lesiones: Congestión, necrosis y, en casos severos, hemorragias.
Impacto: Enteritis marcada → diarrea y mala conversión alimenticia.

Eimeria necatrix
Localización: Porción media del intestino delgado
Lesiones:
Apariencia en “sal y pimienta” en la serosa
Hemorragias y necrosis muy severas
Impacto: Alta mortalidad en brotes agudos.
Especie altamente patógena.

Eimeria máxima
Localización: Todo el intestino delgado
Lesiones:
Mucosa engrosada
Exudado anaranjado o rosado
Impacto: Aves letárgicas y mala absorción de nutrientes.
Es la especie que más afecta parámetros productivos.

Eimeria tenella
Localización: Ciegos
Lesiones:
Casoación en los ciegos
Sangre y tapones necróticos
Impacto: Diarrea sanguinolenta y alta mortalidad.
Una de las más reconocibles en necropsia.

Causa principal: la humedad
La coccidiosis prospera en condiciones de:
Alta humedad en la cama
Mala ventilación
Acumulación de heces húmedas
Aves con estrés o hacinamiento
El ooquiste requiere humedad, oxígeno y temperatura adecuada para esporular y volverse infectivo. Por eso, la condición de la cama es el factor de manejo más importante.
Patogenia
El ave ingiere ooquistes esporulados desde la cama o bebederos.
En el intestino, el parásito invade enterocitos y destruye la mucosa.
Esto genera:
Mala absorción
Diarrea
Pérdida de proteínas
Hemorragias en casos severos
La severidad depende de la especie, la carga infectiva y la inmunidad del lote.
🐓 Coccidiosis en pollos de engorde

Requiere control preventivo estricto porque su ciclo es rápido.
Se usan coccidicidas (eliminan totalmente el parásito).
Una lesión intestinal leve reduce significativamente la conversión alimenticia.
Ejemplos de manejo en engorde:
Rotación de anticoccidiales en el alimento.
Manejo de cama seca y ventilación.
Diagnóstico por lesiones macroscópicas (índice de Johnson & Reid).
🥚 Coccidiosis en aves ponedoras y pollitas de reemplazo
En ponedoras no se usan coccidicidas, sino coccidiostatos, porque:
Permiten parte del ciclo del parásito
Favorecen el desarrollo de inmunidad natural
Evitan brotes severos cuando entren a postura
Los coccidiostatos controlan la carga sin eliminar completamente el parásito.
Objetivo: Que el ave se exponga poco, pero constantemente, desarrollando una inmunidad sólida antes de iniciar postura.

Diagnóstico
Se realiza mediante:
Observación de lesiones en necropsia
Identificar el segmento afectado ayuda a diferenciar especies.
Conteo de ooquistes por gramo (OPG)
Brotes severos → OPG alto
Subclínicos → pérdida de ganancia de peso sin diarrea evidente
Histopatología
Confirmación de Eimeria dentro de enterocitos.
Tratamiento y control
Tratamiento en brotes agudos
Amprolio
Toltrazuril
Sulfonamidas
En agua durante 3–5 días según protocolo.
Control preventivo
Mantener cama seca
Ventilación adecuada
Evitar derrames de agua
Rotación de anticoccidiales
Vacunación anticoccidial en ponedoras y reproductoras
Prevención: la clave del éxito
La mayoría de los problemas se evita manteniendo una cama seca, bien aireada y libre de acumulación de heces. El manejo adecuado reduce drásticamente la esporulación de ooquistes y el riesgo de brotes.